
¿que puedo encontrar en este sitio?

El Santo Evangelio diario
Aquí puedes encontrar la cita bíblica correspondiente al Evangelio del día con su respectiva reflexión. Estos son tomados de manuales de oración que son ofrecidos por diferentes grupos apostólicos para contribuir a los laicos a que vivan diariamente su encuentro con Dios.
Una excelente manera de comenzar cada día poniéndonos en las manos del que Todo lo puede.

El Salmo para el día
Tomados de La Biblia Latinoamericana. Edición revisada 2005.
Los Salmos son una excelente fuente de oración.
"Jesús les puso este ejemplo para enseñarles que hay que orar siempre sin desanimarse jamás..."(Lc 18,1).
"Intercambien salmos, himnos y cánticos espirituales. Que el Señor pueda oír el canto y la música de sus corazones" (Ef 5,19).
La oración necesita una orientación, lo mismo que nuestro espíritu necesita un cuerpo. Precisamos oraciones hechas que nos sirvan de guía y nos enseñen los modales y sentimientos de los hijos de Dios.
Para eso está el libro de los Salmos, en que fueron reunidas la mayoría de las oraciones inspiradas por Dios.
Tomado del Catecismo de la Iglesia Católica.
Se trata de un grupo de preguntas con sus respectivas respuestas sobre algunos detalles que son claves para acercarnos un poco más sobre el conocimiento de la Sagrada Escritura.

Visita virtual al Santísimo
Señor mío Jesucristo, que por amor a los hombres estás noche y día en este Sacramento, lleno de piedad y de amor, esperando, llamando y recibiendo a cuantos vienen a visitarte: creo que estás presente en el sacramento del altar. Te adoro desde el abismo de mi nada y te doy gracias por todas las mercedes que me has hecho, y especialmente, por haberte dado tu mismo en este sacramento, por haberme concedido por mi abogada, a tu amantísima Madre. Adoro ahora a tu Santísimo Corazón y deseo adorarlo por tres fines: el primero, en acción de gracias por este insigne beneficio; en segundo lugar, para resarcirte de todas las injurias que recibes de tus enemigos en este sacramento; y finalmente, deseando adorarte con cada visita en todos los lugares de la tierra donde estás sacramentado con menos culto y abandono. Amén. (San Alfonso María de Ligorio)